Los Wawanco
"Wawancó", es una suave fantasía ortográfica sobre el vocablo afrocubano "guaguancó" proveniente del dialecto "ñañigo" que se habla en el oriente de Cuba y que significa "fiesta familiar... alegría familiar". También es uno de los ritmos tradicionales que se toca en esa isla caribeña. Y así decidieron llamarse los seis jóvenes universitarios llegados a Argentina para estudiar Medicina a mediados de los años 50, desde Costa Rica (Mario Castellón), Perú (Carlos Cabrera), Chile (Sergio Solar) y Colombia (el mítico Hernán Rojas, Enrique Salazar y Rafael Aedo).
Más tarde se incorporó el único argentino del grupo en aquella época -hablamos ya de los 60-, el pianista y compositor platense Miguel Loubet, coautor de muchos de sus temas y responsable de los arreglos para las respectivas grabaciones. Desde entonces, y con los cambio propios de un proceso de esta naturaleza,"Los Wawancó" llevan 50 años, y más de 5 millones de discos vendidos, sonando con un estilo inconfundible y personal en el que la cumbia y la música del caribe son protagonistas indiscutibles. Fueron, sin duda, los pioneros de la cumbia en la Argentina y los creadores de un estilo de baile que los argentinos hicieron propio. La Pollera Colorá; El pescador; No te vayas corazón; La banda borracha; Atlántico; La casita blanca; La burrita; Los borrachos son ustedes... han sido algunos de sus grandes éxitos, que conforman una lista casi interminable, propios de una época dorada en el panorama musical mundial y en la que los Beatles asombraban a propios y extraños con sus singulares interpretaciones. Hasta el momento han grabado 87 long play publicados en discos, casetes y compact disc en Argentina y distribuidos en toda América Latina, así como en Estados Unidos y Europa.
Distinguidos como "Embajadores" en su género en el año 1972, realizaron una gira de diez meses por Europa (Grecia, Italia, Suiza, Francia, España, Bélgica y Alemania). Sus exclusivas canciones han sido también escuchadas y bailadas en Japón, Australia, Canadá, Sudáfrica y los Países Bajos. Las compañías discográficas Emi-Odeón y Sony Music son los vehículos esenciales utilizados a la hora de hacer llegar al gran público sus interpretaciones llenas de ritmo, alegría y el sabor inconfundible del trópico. Varios discos de oro y de platino, nueve "templos de oro" y el "Obelisco de oro" por sus ventas millonarias en discos, son alguno de los galardones obtenidos por un grupo para el que el tiempo no parece pasar nunca.
Actualmente, y siempre bajo la dirección del costarricense Mario Castellón, uno de los fundadores del grupo, Los Wawancó viven una nueva primavera musical. Sus nuevos integrantes -Diego Ponce, 24 años, teclados y coros; Marcelo Ponce, 21 años, octapad, timbales y coros; Marcelino Ojeda, 33 años, bajo eléctrico y coros; Juan Funes, 36 años, voz principal y guiro, todos coordinados por el sociólogo Oscar Raballatti, 54 años, percusión y coros-, constituyen el mejor reclamo para recuperar al público joven que los cuenta nuevamente entre sus preferidos.
Múltiples actuaciones en los más diversos rincones de la Argentina que los vio nacer y crecer como un auténtico fenómeno social y cultural, constituyen el más claro ejemplo de la vigencia de un grupo musical que, desde hace décadas, es un clásico en el contexto de la música popular. Su tremendo éxito no paso desapercibido para directores y productores de cine argentino, circunstancia que les permitió participar en películas como "El gordo Villanueva", "Villa Cariño", "Viaje en una noche de verano", "Un italiano en Argentina", y "Romance del Aniceto y la Francisca" del entonces laureado Leonardo Favio.
Su último impacto musical ha sido la edición, para Sony Music Argentina, del CD "El beso Wawanquero", un trabajo realizado en agradecimiento al gran cariño recibido, durante tantos años, por tantos admiradores. El gran cumpleaños, el de los 50 años de vida profesional, lo festejarán el próximo 9 de noviembre, fecha que estará regida por el muchas veces enigmático y sensible signo de escorpio. Lo harán, seguramente, manteniendo la esencia de su peculiar estilo, recordando con cariño a los ausentes, y sabiendo que cuentan con el favor de decenas de miles de latinoamericanos a quienes, al menos en alguna ocasión en estas cinco décadas, habrán hecho olvidar sus penas y contagiado el optimismo que emana de cada una de sus inimitables canciones.