Tamara Castro

Tembladeral de guitarra, quien lo podrá detener
Es que ese potro anda suelto bramando en la noche
Hasta enloquecer, por que una zamba anda en celos
Blanqueando el pañuelo del amanecer.

Yo sé que siempre han querido su rumbo fijo torcer.
Su canto vive en el pueblo no hay lpial ni decreto

Su canto vive en el pueblo no hay lpial ni decreto
Que lo hagan volver.
Que lo hagan volver.

Valga ese potro indomable
Déjenlo no más correr
El no obedece a las riendas no tiene fronteras
No sabe perder.
El potro no tiene riendas
Lo embriagan las flores del amanecer.

Por alto Verde la noche a golpe lo vio crecer
Enamorado de copla rastreando una estrella en el espinel
El canto del pueblerío se fue haciendo carne
Se vino con él

Con sus canoítas tristes un día ha de volver
Para inundar las guitarras con su canto simple
Allá en San Javier y esos ranchitos dormidos
Vestidos de fiesta cantando con él.

Valga ese potro indomable
Déjenlo no mas correr
El no obedece a las riendas no tiene fronteras
No sabe perder.
El potro no tiene riendas
Lo embriagan las flores del amanecer.