Ignacio Copani

Me viene persiguiendo desde ayer
un viejo conocido
fantasma que se muere por saber
si ya no estás conmigo

Porque sigo despierto y él me ve
y aún no ha amanecido
Y el haz de luz que baja en la pared
dibuja solamente el cuerpo mío

Y hace sombra,
desteñida, desgarbada,
detenida, encerrada,
desde el día que te fuiste me quedé
haciendo sombra

De otras cosas no hago nada,
ni canción desesperada,
ni estrategias ni emboscadas
que te traigan otra vez
no me dan ganas de cantar ni de comer
sólo sombra sin tu amor yo puedo ser

Inútil sombra que no sabe dar
alivio a quien camina
ni puede hacer reír, no sabe actuar
pintando sombras chinas

No intenta ni siquiera señalar
como un reloj de sombra
soy yo parado aquí para escuchar
el eco de tu voz que no me nombra

Soy la sombra
de quien era a tu costado,
con los sueños congelados,
con un ancla en el pasado
estoy atado y hago sombra,
sin colores y sin vuelo

Una mancha por el suelo
arrastrando sin consuelo
los recuerdos que arruiné
no me dan ganas de llamar ni de atender

Sólo sombra sin tu amor yo puedo ser