El Ojo de Shiva vio la luz por primera vez en el año 2000. Nicolás Ammi, fundador, guitarra, voz, y compositor de todos los temas de la banda, se inspiró en el dios hindú Shiva, tercera deidad cuya característica es tener el tercer ojo en la frente. El mismo le permite conectarse con su interior y llamar al despertar de la conciencia. Esto se ve reflejado en las letras que es donde el grupo hace honor a su nombre. Su música puede catalogarse como rock-pop, y sus influencias son variadas. Por ejemplo: Soda Stereo, The Police, Fito Páez, Charly García, Spinetta, etc. A mediados de 2001 la banda edita su primer disco en forma independiente, titulado “El Ojo de Shiva” en donde participan algunos músicos reconocidos como Ulises Di Salvo (ex Cellista de Charly García), Sergio Pérez (Guitarrista de Manuel Wirtz, ex Nocheros, Mambrú y Productor de Jorge Rojas ex Nocheros). La producción estuvo a cargo de Nicolás Ammi con la colaboración especial de Sergio Pérez, que además fue el ingeniero de sonido. En el transcurso del año 2002 y en plena crisis económica del país, el grupo sufre las partidas de su baterista Nicolás Sanucci y de su bajista Jorge Llanes e ingresan en la banda, Diego Rodrigo “Huevo” en bajo y Martín De Pas en batería. La participación de ambos es decisiva en la producción de un Nuevo Sonido para la banda. Una vez conformado este Nuevo Trío cuyo sonido se afianza más en el rock, la banda empieza a producir los temas de lo que sería su Segundo disco. También se introducen de a poco en el tradicional circuito under de la capital con muy buena aceptación del público. A mediados del 2004 ingresan al estudio Funky Husky, perteneciente a Sergio Pérez (famoso sesionista y productor de Jorge Rojas), a grabar, también de manera independiente, “Arida” su segundo disco. Las canciones tienen un sonido más homogéneo, encontrando así una identidad muy fuerte. La producción es de El ojo de Shiva y Sergio Pérez. Se respetó el sonido original del trío en vivo, haciendo hincapié en la producción de los coros. Las letras siguen siendo profundas pero con un lenguaje más simple.