Gustavo Cordera

Todos los días, heladas caricias de ayer,
madera mojada, chispas sin poder,
perdimos el fuego y no sale el sol.

Cada paso delata heridas de amor,
tal vez la costumbre será ocultar
y ver en el otro nuestro lado peor.

Cada uno con sus cosas,
ya sabemos que la vida no es color de rosas.
Cada uno con su vida,
yo me haré cargo de mí, tú te harás cargo de ti.

Con el barro de mis miedos yo te inventé,
todos mis agujeros con vos reparé,
mis viejos fantasmas salieron al sol.

En el patio de mi infancia soñaba con vos,
veía a un héroe que iba a llegar,
y de mi tristeza me iba a rescatar.

Cada uno culpa al otro
de su infancia dolorida.
Cada uno ve sus sombras
proyectadas en tantas vidas.

Cada uno con sus cosas,
ya sabemos que la vida no es color de rosas.
Cada uno con su vida,
yo me haré cargo de mí, tú te harás cargo de ti.

Cada uno con su historia,
aunque los tristes recuerdos no tengan memoria
y parezcan olvidados,
siguen aún dentro de mí, siguen aún dentro de ti.

Aún dentro de mí.