Vanesa Martín

A un palmo de ti me muevo hoy,
y sé que va a costarme.
A un palmo de una sin razón.

Un paso más y otro gira,
la noria de estos dos suicidas.
A veces me comprendo y otras no.

Sucederá, tal vez ya fue,
y ni si quiera consigo acordarme.
Tal vez no sé.

Sucederá,
que llego y te resuelvo con cierto desaire,
que olvido las promesas porque pido más,
que es esta boca mía la que tiene hambre.

A un palmo de tu cuello estoy,
no sé si va a dolerte.
A un palmo del desastre, soy.

Qué fácil fue perder la calma,
cien huracanes me acompañan,
si quemas, ya te soplo yo.

Sucederá, tal vez ya fue,
y ni si quiera consigo acordarme.
Tal vez no sé.

Sucederá,
que llego y te resuelvo con cierto desaire,
que olvido las promesas porque pido más,
que es esta boca mía la que tiene hambre.

Sucederá, tal vez ya fue,
y ni si quiera consigo acordarme.
Tal vez no sé.

Sucederá,
que llego y te resuelvo con cierto desaire,
que olvido las promesas porque pido más,
que es esta boca mía la que tiene hambre.

Sucederá, tal vez ya fue,
y ni si quiera consigo acordarme.
Tal vez no sé, no sé, no sé.

Sucederá,
que llego y te resuelvo con cierto desaire,
que olvido las promesas porque pido más,
que es esta boca mía la que tiene hambre.