Aitor (España)

Su nombre es Carlos Herrera
él es un chaval cualquiera
ya lleva la vida entera
muy centrado en su carrera
hoy es día de graduación
de discursos y emoción
y después de la reunión
toca fiesta y celebración
con su gente, sus amigos
el ambiente es emotivo
ya la cena está en camino
con unas copas de vino
noche de risas y abrazos
todos se ponen borrachos
ron y whisky en sus vasos
lo normal en estos casos
Carlos nunca suele beber
le presionan, ¿y qué va a hacer?
Ha cambiado de parecer
y la verdad, no parece él
su novia Raquel le hace compañía
ella es una buena tía
pero hacer un par de días
el pecado le poseía
y es que Raquel tiene un amante
piensa en el con Carlos delante
no le gusta, pero le miente
se arrepiente y es estresante
y Raquel en un descuido
deja su móvil en el olvido
ahora Carlos lo tiene a su alcance
y se va a dar cuenta del percance.

No volverás a soñar despierto
no sentirás la brisa al pasar
no encontrarás estrellas fugaces
olvidarás a que huele el mar
no alcanzarás el sol con las manos
ya no sabrás cuando es navidad
no escucharás la lluvia cayendo
nunca jamás, nunca jamás.

Ella ya vuelve del baño
pero nota a Carlos extraño
que sorpresa para Raquel
su móvil ahora lo tiene el
y ha leído sus mensajitos
unos eróticos, otros bonitos
Carlos empieza a dar gritos
tiene el corazón hecho añicos
todo cambia al parecer
el plan inicial no era aquel
iban a dormir en el hotel
el coche no había que coger
pero Carlos quiere volver
a su casa y desaparecer
él se sube al coche con Raquel
y empieza una guerra sin cuartel
borracho y en mal estado
arranca su coche aparcado
ciego de rabia, enfadado
va por la autovía embalado
él la mira decepcionado
la suerte no está de su lado
un descuido y cambia de carril
se pone el corazón a mil
van en dirección opuesta
una situación molesta
ella grita porque se da cuenta
pero Carlos no se concentra en la carretera
y su borrachera
con estas cosas nunca se juega
un coche hace aparición
y sin remedio, colisión
todos mueren menos el
es como una pesadilla
el recuerdo de Raquel
sin aliento y sin vida
le tortura, le acribilla
no basta con pedir perdón
aunque no tuvo mala intención
todos le odian, y con razón
no hay manera de seguir pa´lante
recuerda cuando estaba al volante
un descuido que fue detonante
y todo repleto de sangre
es lo que pasa si te la juegas
todo cambia, en un momento
Carlos en silla de ruedas
desearía estar muerto.

No volverás a soñar despierto
no sentirás la brisa al pasar
no encontrarás estrellas fugaces
olvidarás a que huele el mar
no alcanzarás el sol con las manos
ya no sabrás cuando es navidad
no escucharás la lluvia cayendo
nunca jamás, nunca jamás.