Artista

Residente

RAP BRUTO - SINGLE

2018

1 RAP BRUTO (FT. NACH)

Mi escuela tiene alma y tablas,
va con sudaderas viejas, con las nikes sucias y la barba larga.
No necesita efectos para adornar lo que habla,
rapea lo que vea, os tirotea en dos palabras.

Yo comencé rapeando simple, con un sample y temple,
el hobby de un adolescente dura para siempre.
Un pro desde los 15, y no se rinde, endiente,
que pone en venta sus canciones, pero no se vende.

Crónico insolente, que usa balas de saliva,
mi escuela nunca fue tendencia, pero sigue viva.
Tenemos iniciativa, perspectiva,
si algo no nos motiva, subimos el dedo del medio arriba.

Hablo de mi equipo, esos tipos que quitan el hipo,
mitos que lanzan cada escrito al infinito.
Otros actuando crazy y yo cerrando el pico,
más cerca de Kase que de Jay-Z, no sé si me explico.

Tengo a mi clan siguiendo un plan para ganarse el pan,
tengo a mis fans buscando paz, en mí la encontrarán.
Tanto charlatán sin más afán que el famoseo,
troceo al holgazán como un croissant cuando lo veo, es fácil.

Su música infantil, inútil, la mía es táctil,
no habrá bandera blanca en este mástil,
sé que el rapper de actitud nazi y hostil es frágil,
mezclo mi mente con TNT; sale algo así, tan ágil.

Como delfines, sus fines no me definen,
no tines si no lo vives, no opines, no subestimes
a este nombre, Nach rima sublime, es algo enorme,
dime a cuánto torpe fulminé junto a su melodine.

Dejo que rimen, veo que se hinchan y se pinchan,
son muchas dianas para mi flecha.
Piensan en su hucha y no en la lucha, van sin antorcha, sin mecha,
les echan pronto, porque pronto se han pasa’o de fecha.

Soy hombre de palabra, no me hables de números,
sus canciones secas, mis fraseos húmedos,
sinceros, sin peros, sin treguas, sin pelos la lengua que os lame,
mi mierda es tan seria como un derrame…

Del que les electrocuto y disfruto, no hay sustituto
si escupo ocho minutos de absoluto rap bruto.
No me inmuto si no sueno en radios, yo sueno en barrios,
mis hombres le echan huevos, mis hembras le echan ovarios.

Pero hay termitas que imitan, me irrita,
buscan visitas y guita, gritan y gritan, se excitan;
luego, sin más, se marchitan, mi música es dinamita,
los decapita, les quita su ego, luego es normal que dimitan.

Llego, les hiero, soy puro veneno,
cuando me acelero me cuelo en su juego,
los hundo, soy como el hielo, congelo sus celos,
sufren el dinero, los tumbo.

Los encadeno, es lanzo mi trueno sin freno,
sueno y retumbo, así de rotundo,
quiero sólo verdaderos guerreros
salvando a mi mundo.

Mucha selva, poco tigre,
mucha pólvora, poco calibre.
Hijo de p*ta, tírame a mí,
no puedes con Nach y Residente.
Mucha selva, poco tigre,
mucha pólvora, poco calibre.
Hijo de p*ta, tírame a mí,
no puedes con Nach y Residente.

Yo, yo, yo no tengo escuela,
sin que soplara el viento aprendí a navegar barcos de vela.
Mi rima encima de una cumbia, como quiera impacta,
no sigo ninguna escuela, porque soy autodidacta.

Nunca seguí las reglas con pistas de rap genéricas,
com un cajón peruano escribí “Latinoamérica”.
Mi rap no sigue órdenes de ningún sargento hijo de p*ta,
yo creé mi propio movimiento…

Que narra y sin garras te desgarra,
no crecí escuchando a 2Pac, crecí con Violeta Parra.
Y cuando deletreo, los educo sin pizarra,
con sólo dos barras la rockeo sin guitarra.

No creo en dioses del rap, mucho menos en reyes,
yo soy la fucking gravedad desafiando las leyes.
Yo soy el orden pero, cuando se desarregla,
todas mis líneas son curvas, siempre rompo las reglas.

Acostado bajo la sombra de una palma, relajado,
compitiendo contra mí mismo, porque no tengo a nadie al lado.
Me gusta abusar de los raperos fresa,
les dejo la "R" en las nalgas impresa, antes de bajarme esa cerveza.

Fácilmente los torturo, sólo les quito el Instagram
y vuelven a ser inseguros.
Tu moda no creo que dure, las quinceañeras
que te siguen hoy, ya no te seguirán cuando maduren.

Mucha selfie y poco contenido,
se tardan más en el vestuario que haciendo pruebas de sonido.
Sus conciertos son todos iguales,
poca rima, poca banda, muchos fuegos artificiales.

No se me escapan cuando escribo, son fáciles de identificar
porque se visten con colores llamativos.
A estos raperitos nunca les he visto la cara, siempre los veo
de espalda, cuando los pongo en cuatro y les subo la falda.

Y me los follo por los dos hoyos, sin apoyo los arroyo,
al estilo criollo, los convierto en caldo de pollo.
La policía me busca por acoso sexual y por perverso,
porque, como Kase.O, soy un violador del verso.

Y hago “Leo”, porque con las dos piernas pateo,
en el freestyleo desde el tiro libre la dunkeo.
Y sin rodeo, cuando me cabreo, con mi palabreo,
pongo a hablar en árabe hasta los hebreos.

A veces le meto tan rápido
que el alfabeto no lo veo,
a los del maleanteo los abofeteo
como novela de abuela sin empleo.

Mi lengua se tira acrobacias, nunca antes vistas,
es malabarista, todo un artista y,
como Michael Jackson,
hace el Moonwalking por la pista.

No hay quien resista al Residente,
cuando los baja caliente,
los pongo de rodillas literalmente,
como a los creyentes en el medio oriente.

Arrodíllate y reza, soy un talibán,
rimando corto cabeza,
con mi destreza les quito el corazón con la boca
y lo pongo en la mesa.

Encima de pan y hamburguesa,
con mayonesa y sala japonesa,
y un poco de jugo de fresa me los desayuno,
mi lengua nunca se tropieza.

Cuando se expresa, los atraviesa con naturaleza
mi sopa de letras empieza,
abran la represa que llegó la pieza
que falta en el rompecabezas.

Mucha selva, poco tigre,
mucha pólvora, poco calibre.
Hijo de p*ta, tírame a mí,
no puedes con Nach y Residente.
Mucha selva, poco tigre,
mucha pólvora, poco calibre.
Hijo de p*ta, tírame a mí,
no puedes con Nach y Residente.