Soledad

Es increíble cómo se ha pasado el tiempo, realmente, si hasta parece que los años
hubieran pasado por arriba de esta cinta transportadora.

Qué suerte que están los recuerdos. Eso, los recuerdos deben ser una justificación al paso del tiempo.

Saben? Cuando yo era muy chiquita, tenía 9 años, bueno, ya me habrán visto, pasé recién por acá; mi papá me llevaba y me subía al auto y era… el fin de semana eran los días más esperados de la familia, teníamos que ir a demostrar que nos gustaba cantar, que nos gustaba el folklore. Y nos metíamos en lugares que nadie nos llamaba.

A veces nos dejaban subir a los escenarios, a veces no, a veces sorprendíamos, y a veces nos veníamos con la cabeza gacha. Pero siempre la ilusión quedaba, y la esperanza también.

Mi papá me decía, subí y cantá para papá. Como yo le tenía miedo al público, me decía, vos subí y cantá para papá, hacelo por papá. Qué suerte que esos recuerdos los podemos guardar en forma de canciones.