Carlos Vives

Tu nombre, tu mirada, tu boca sensual,
tu pelo, tu blue jeans, tu forma casual,
todo me gusta.

Tus risas, tus caricias, tu modo especial,
tu cicla, tu mochila, tu ser natural,
todo me gusta.

Y cuando ya no hay nadie a nuestro alrededor,
me tomas de la mano y me das una flor,
y una linda mirada.

Y cuando en la mañana no ha salido el sol,
tú corres a mi lado y me das tu calor,
y te quedas sin nada.

Ah, ah, ah,
sólo me dice ah, ah, ah,
y no dice más nada.
Ah, ah, ah,
y me repite ah, ah, ah,
pero con toda el alma.

Tu nombre, tu mirada, tu boca sensual,
tu pelo, tu blue jeans, tu forma casual,
todo me gusta.

Tus risas, tus caricias, tu modo especial,
tu cicla, tu mochila, tu ser natural,
todo me gusta.

Y cuando ya no hay nadie a nuestro alrededor,
me tomas de la mano y me das una flor,
y no me dices nada.

Y cuando en la mañana no ha salido el sol,
tú corres a mi lado y me das tu calor,
y te quedas sin nada.

Ah, ah, ah,
sólo me dice ah, ah, ah,
y no dice más nada.
Ah, ah, ah,
y me repite ah, ah, ah,
pero con toda el alma.

Me gusta la manera como tú me llamas,
ser el protagonista de tus melodramas,
los besos que nos damos en el cinerama,
la forma en que destiendes nuestra sobrecama.

Me gustan las rayitas que hay en tu pijama,
llenar cada casilla de tu crucigrama,
que no te guste nada por entre las ramas,
me gusta la manera como tú me llamas.

Que yo quiero, después del amor, adorarte de nuevo,
que yo quiero dormir, ya cansado, abrazado a tu cuerpo.

Ah, ah, ah,
sólo me dice ah, ah, ah,
y no dice más nada.
Ah, ah, ah,
menea y repite ah, ah, ah,
pero con toda el alma.

Ah, ah, ah, ah, ah, ah.
Ah, ah, ah.