Maleta de Loca

Iba navegando inalterable hacia alta mar,
un barco a cuatro velas, todo cielo, nube y sal.
Con el viento a favor, tomando velocidad,
cuidando la dirección, sin miedo a la tempestad.

Violando paisajes abrazados por el mar,
un barco a cuatro velas vio mil tierras sin anclar.
Con el viento a favor, tomando velocidad,
cuidando la dirección, sin miedo a la tempestad.

En el mar podían descansar
moviéndose hacia el sol
las cuatro velas desplegadas.

Todo el tiempo, el barco había sido perseguido
por una carabela de piratas ladinos
que imaginaban encontrar un gran tesoro,
y quisieron detener al barco pero nadie los escuchó.

Llegaron al barco, lo abordaron, se detuvo,
y lo profanaron porque no llevaba escudos.
No encontraron tripulantes ni tampoco capitán,
y no vieron el tesoro que brillaba en las cuatro velas.

Se soltaron de sus mástiles,
moviéndose hacia el sol,
las cuatro velas desplegadas.
En el mar podían descansar
moviéndose hacia el sol
las cuatro velas desplegadas.

Se soltaron de sus mástiles,
moviéndose hacia el sol,
las cuatro velas desplegadas.
En el mar podían descansar
moviéndose hacia el sol
las cuatro velas desplegadas.