LOCALIDADES AGOTADAS:A diferencia de su presentación anterior en el estadio de Av. Libertador, donde la idea fue muy sencilla, en esta ocasión, La Vela presentó un show mucho más producido.
Del sonido hay poco para decir, poco en el mejor sentido; fue sencillamente impecable. Pero además, cada una de las treinta y tres canciones que, cantadas todas como si fueran la primera, hilaron la fiesta, estuvieron acompañadas por trabajados juegos de luces e imágenes que, desde cinco pequeñas pantallas ubicadas al fondo del escenario, crearon un show y una atmósfera excepcional y emotiva.
“De Bichos y Flores” abriendo y cerrando el show y “A Contraluz” fueron los discos que tuvieron mayor presencia en esta primera noche de La Vela, claro que también sonaron algunos de los infaltables del “Deskarado” como “Gente” “Alta Magia” y “Mi Semilla” y, por supuesto, algo de “El Impulso”. Y como era de esperar cuando la propuesta es “celebrar con el enroscado que se cuelgue”, este shows de La Vela refleja esa variación que, a partir de los dos últimos discos, ha generado un público mucho más heterogéneo.
Con brazo accidentado y a modo de anécdota, Teysera, que en algunos temas toca la guitarra bromeó “Pa´ no perder la costumbre todavía no me acuerdo la letra y, como no hay mal que por bien no venga…” e invitó a Guzmán Mendaro, violero de Hereford, para hacer “Dice”. Además, acompañando a la banda en “Sr. Caridad” y, para disipar las ansías de quienes siempre andan adictos a los roces, subió al escenario Denis Ramos, trombonista de NTVG. En “Colabore”, uno de los cinco temas de “El Impulso” que sonaron esta noche, regresó a escena Osvaldo Garbuyo, cantante de Bufon, banda uruguaya y telonera de la noche. Fue una verdadera velada velera, con gaita en “Zafar” y sentada que pone piel de gallina en “Mi Semilla”, algo de pogo, mucho baile y más emoción. Para cerrar la noche, tres más “De Bichos y Flores”; “Potosí”, “El Viejo” y “El Profeta”.