MOSTRADOR
1989
2 LA HERMANA DE LA CONEJA
Un llanto cuatro caricias,
que todo va a salir bien
el fondo de un almacén,
el adiós al flaco tito
y el comienzo de un periplo,
más hamacado que un tren.
Hoy es señora de tal,
y en el este veranea
no imagina el que la vea,
que era de playa pascual.
Su camelo viene mal,
bate, chicos y colegio
te la trabaja de regio,
y anda en checo bien debute
con goma en lugar de yute,
y sin preguntar los precios.
Ahora si que se divierte,
en pavada de colchón
pelo corto a la garzón,
y lentes con cadenita.
Recurre al psicoanalista,
a la hermana ni la nombra
pero la marca una sombra,
que nunca pudo esquivar
como la vino a quedar,
allá por la ciudad vieja
la hermana de la coneja.