DISTINTO
2019
1 LA BALADA DEL DIABLO Y LA MUERTE
Estaba el diablo mal parado,
en la esquina de mi barrio,
ahí donde dobla el viento,
y se cruzan los atajos.
Al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano,
me miraban de reojo,
y se reían por lo bajo.
Y yo que esperaba no sé a quién,
al otro lado de la calle del otoño.
Una noche de bufanda,
que me encontró desvelado.
Entre dientes, oí a la muerte,
que decía, que decía, así.
Cuántas veces se habrá escapado,
como laucha por tirante,
y esta noche que no cuesta nada,
ni siquiera fatigarme.
Podemos llevarnos un cordero,
con sólo cruzar, la calle.
Yo me escondí, tras la niebla,
y miré al infinito,
a ver si llegaba ese,
que nunca iba a venir.
Estaba el diablo mal parado,
en la esquina de mi barrio.
Al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano.
Y temblando como una hoja,
me crucé para encararlos,
y les dije me parece que esta vez,
me dejaron bien plantado.
Les pedí fuego y del bolsillo,
saqué una rama pa convidarlos,
y bajo un árbol del otoño,
nos quedamos chamullando.
Me contaron de sus vidas,
sus triunfos y sus fracasos,
de que el mundo andaba loco,
y hasta el cielo fue comprado.
Y más miedo que ellos dos,
me daba el propio ser humano.
Y yo, yo, yo ya no esperaba a nadie,
entre las risas del aquelarre.
El diablo y la muerte,
se me fueron amigando.
Ahí donde dobla el viento,
y se cruzan los atajos.
Ahí, donde brinda la vida,
en la esquina, de mi barrio.
El Diablo y la Muerte,
se me fueron amigando.
Ahí, donde dobla el viento,
y se cruzan los atajos.