La Naranja

Una noche más, nada para hacer,
otra noche más de calor.
Y cuando estés cansado de vagar
y ya no sepas más qué hacer,
caminando por el muelle en busca de emoción,
ves a lo lejos gente en acción,
mucho humo y mucho alcohol.

Ya te acercas al lugar
y ese aire te empieza a transformar,
hasta que caigo, hasta que caigo,
hasta que caigo, sólo un trago más.

Una vez adentro estarás contento,
nada te podrá hacer volver.
La mesa larga y las birras corren,
esta noche empezarás a nacer.
No te importa lo que hablan,
no te importa lo que dicen,
nada te podrá golpear.
Cuentan las botellas, son más de cuarenta
y ella pide una más.

La Naranja suena fuerte
y la gente se empieza a tropezar,
hasta que caigo, hasta que caigo,
hasta que caigo, sólo un trago más.

La noche se va yendo, el sol ya esta saliendo,
sólo quedan dos vasos y una gata en especial.
Me envuelvo en mi campera,
hoy sólo me espera una gris ciudad.
Pasé un buen momento y yo sólo
quiero volver mañana otra vez.
Busco la puerta, sé el rumbo que tomar,
la fiesta sigue en otro lugar,
ya me alejo de este bar y ahora me queda aguantar.

Hasta que caigo, hasta que caigo,
hasta que caigo, hasta que caigo, sigo.
Hasta que caigo, sigo buscando,
hasta que caigo, sigo buscando,
hasta que caigo, sigo buscando,
hasta que caigo, sólo un trago más.