Artista

Nacha Guevara

EN VIVO CON BENEDETTI Y FAVERO

1979

1 PRESENTACIÓN (CANCIONES DE LA OFICINA)

No piensen ustedes que estas letras de canciones que ahora se llaman de la oficina
fueron originalmente escritas para ser cantadas nada de eso.

En 1956 cuando fueron publicadas por primera vez formaban parte de los poemas de la oficina que aunque era mi séptimo libro fue en realidad el primero que consiguió lectores.

Hace 22 años la rutina burocrática de mi país no era cantable.

Todavía 4 años después escribí que el Uruguay era la única oficina del mundo que había alcanzado la categoría de República.

Con los años todo ha cambiado y como ustedes seguramente lo saben hoy hay en mi país ciertas cosas
que son más importantes y más trágicas que las oficinas.

Estas canciones de algún modo recuerdan un país que ya no es quizás por eso podemos convertir aquellos tristes poemas en canciones un poco menos ingenuas.

El contorno humano y la historia reciente se han aliado para quitarles ingenuidad aunque el texto siga siendo el mismo.

Debo aclarar sin embargo que esto solo lo entendí cuando en 1972 Alberto y Nacha me comunicaron la
intención de transformar en canciones aquel antiguo pesimismo.

Sólo entonces entendí quela gente joven a partir de sus nuevas ansiedades podría comprender y cantar aquella vieja ansiedad porque siempre que el dolor se instala entre nosotros ese mismo sufrimiento nos
hace generosos y la generosidad que es el único egoísmo legítimo nos acerca al prójimo incluso a aquel oscuro y rutinario prójimo que en 1956 estaba tan solo tan aislado tan inmerso en sus frustraciones.

Una sola de las canciones de la oficina no es de aquel año sino de 1972; me refiero a la que se titula Yo soy la secretaria. Fue escrita especialmente para Nacha y pensando no solo en su voz sino también en su capacidad histriónica.

Pero ese fue un hecho de todas maneras más reciente.

Había sido en 1972 cuando escuché a Nacha cantar Aquí no hay cielo que comprendí que verdaderamente que el antiguo pesimismo de mis poemas de 1956 podía generar en las canciones de 16 años después
una módica esperanza a partir de un nuevo afecto hacia un hombre común hacia el hombre
de todos los días y todas las noches.