Alex Ubago

Días extraños,
días en que te extraño.
Paso de largo,
pero no te he olvidado.

No encontré el antídoto
para curarme de este amor.

Y aún hoy, sigue pasando,
sigue quemándome tu piel
cuando trato de acercarme a ti.

Y tú me hieres sin querer,
desequilibrio dulce y cruel,
caricias que saben a ayer.
Y no tengo el valor para
cambiar de dirección
y decirte adiós, yo no.

Noches de invierno,
tan frías como tus besos,
palabras tan llenas de cordialidad
y en cambio vacías de sinceridad.

Y aún hoy, sigue pasando,
tu indiferencia es un puñal,
cuando trato de acercarme a ti.

Y tú me hieres sin querer,
desequilibrio dulce y cruel,
caricias que saben a ayer.
Y no tengo el valor
para cambiar de dirección
y decirte adiós.

Soy un prisionero de este amor envenenado,
bailo en el camino que tus pasos van dejando,
y resistiré mientras siga en pie.

Sigue pasando, sigue pasando,
sigue pasándome.
Sigue pasando, sigue pasando,
sigue quemándome tu piel.

Sigue pasando,
desequilibrio dulce y cruel,
aún no,
sigue pasando.

Sigue pasando, sigue,
me sigue pasando,
aún no,
sigue pasando.