Damián Córdoba

Te confieso, mi amor,
que cuando estabas ausente,
en una noche de esas donde desapareces,
donde quedo solo esperándote.

Te confieso, mi amor,
que he tomado venganza
por todas la horas que no sé dónde andas,
que otros labios me alertaron,
¿Qué diablos hago a tu lado?

Este es el último beso,
el último aliento contigo,
la última noche donde mi cuerpo
se quede por ti en peligro.
La última vez que sepas de mí,
que juegues conmigo, que me quede aquí,
ya no necesitas de mí,
ya no necesito de ti, de ti.

Te confieso, mi amor,
que otras manos me han tocado,
no sé qué me han hecho,
pero me han embrujado,
no me siento solo,
esperándote.

Te confieso, mi amor,
que he tomado venganza
por todas la horas que no sé dónde andas,
que otros labios me alertaron,
¿Qué diablos hago a tu lado?

Este es el último beso,
el último aliento contigo,
la última noche donde mi cuerpo
se quede por ti en peligro.
La última vez que sepas de mí,
que juegues conmigo, que me quede aquí,
ya no necesitas de mí,
ya no necesito de ti.

Ya no estaré solo
esperándote otra vez.
Ya no estaré solo
rogándote a tus pies.
Ya no estaré solo,
es mi mundo al revés,
aunque no quieras sabes
escúchame.

Este es el último beso,
el último aliento contigo,
la última noche donde mi cuerpo
se quede por ti en peligro.
La última vez que sepas de mí,
que juegues conmigo, que me quede aquí,
ya no necesitas de mí,
ya no necesito de ti, de ti.