Damián Córdoba

Calla, no me digas nada, nada,
no me digas la verdad,
tus valijas en la puerta
insinúan lo que harás.

Dime que te iras afuera,
sólo a tomar el aire,
ese que me falta ahora,
ese que tú me robaste.

Dime sutilmente con palabras
la mitad de la verdad,
dime que tú aún me amas
y que no me dejarás.

Que son sólo cosas mías,
que aún me quieres con tu vida.
La mitad de tu verdad,
dime ahora con mentiras.

Dime la mitad de la verdad,
que no te irás,
dime la mitad de esa mentira,
que mis oídos esperan,
dime que te irás sólo a caminar,
que volverás, amor, antes que el cielo anochezca.

Dime la mitad de la verdad,
que no te iras,
dime la mitad de esa mentira
para que yo me lo crea.
Dime que te irás y que volverás,
dime que afuera, entre la niebla,
cerca de casa, corazón, nadie te espera.

Dime sutilmente con palabras
la mitad de la verdad,
dime que tú aún me amas
y que no me dejarás.

Que son sólo cosas mías,
que aún me quieres con tu vida.
La mitad de tu verdad,
dime ahora con mentiras.

Dime la mitad de la verdad,
que no te irás,
dime la mitad de esa mentira,
que mis oídos esperan,
dime que te irás sólo a caminar,
que volverás, amor, antes que el cielo anochezca.

Dime la mitad de la verdad,
que no te iras,
dime la mitad de esa mentira
para que yo me lo crea.
Dime que te irás y que volverás,
dime que allí fuera, entre la niebla,
cerca de casa, corazón, nadie te espera.

Nadie, nadie, nadie te espera,
nadie, nadie, nadie te espera.